En el Camino reflexionamos sobre el sentido de la vida, nuestros ideales, la fe. Alguien que se distinguió por unir la razón a la fe fue el gran santo Tomás de Aquino, a quienes sus jóvenes compañeros lo llamaban el “buey mudo”. Un día san Alberto Magno cogió sus apuntes, al leerlos, dijo a los estudiantes: “Vosotros lo llamáis el buey mudo. Pero este buey llenará un día con sus mugidos el mundo entero”.
Una Iglesia que sirve
La Iglesia tiene como misión servir. Es Iglesia diaconal. Recordemos la función de los diáconos en el libro de los Hechos de los Apóstoles:
“Por aquellos días, al multiplicarse los discípulos, hubo quejas de los helenistas contra los hebreos, porque sus viudas eran desatendidas en la asistencia cotidiana. Los Doce convocaron la asamblea de los discípulos y dijeron: «No parece bien que nosotros abandonemos la Palabra de Dios por servir a las mesas. Por tanto, hermanos, buscad de entre vosotros a siete hombres, de buena fama, llenos de Espíritu y de sabiduría, y los pondremos al frente de este cargo; mientras que nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la Palabra». Pareció bien la propuesta a toda la asamblea y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármena y a Nicolás, prosélito de Antioquía; los presentaron a los apóstoles y, habiendo hecho oración, les impusieron las manos.” (Hch 6, 1–6).
Compartir como San Martín de Tours
Siendo militar sucedió el hecho tan tratado en la iconografía. Era invierno, y al entrar en Amiens, encuentra un mendigo casi helado, sin ropa. Divide su capa en dos partes y entrega una al pobre. Esa noche tuvo una visión en la que veía a Cristo con su media capa puesta, que decía a los ángeles: ¡Mirad, este es el manto que me dio Martín el catecúmeno! En lengua catalana se dice que el arcoíris es “l’arc de Sant Martí” (“el arco de San Martín”). Imagen hermosa para definir la alegría colorida del cielo cuando somos capaces de compartir con los que nos necesitan.
Flecha amarilla: San Luis Guanella
Emprendedores en el Camino
Si haces el Camino de Santiago (primitivo, francés o del norte) pasarás por Arzúa y Arca, que son las últimas etapas. Y allí encontrarás a la familia Guaneliana (Hijas de Santa María de la Providencia y Siervos de la Caridad). El 24 de octubre celebramos la fiesta de su Fundador: San Luis Guanella, un sacerdote italiano con un gran espíritu emprendedor que murió en 1915 y fue canonizado por Benedicto XVI en 2011.
Don Guanella actúa y confía en la Providencia, por lo que suele repetir:
– Las situaciones de miseria no pueden esperar. Y no podemos cruzarnos de brazos mientras haya pobres que socorrer.
Médicos en el Camino
El Camino nos ayuda a sanar heridas y a curar nuestros dolores, sobre todo, aquellos que anidan en el espíritu. Para ello, contamos con acompañantes como los santos Cosme y Damián, que fueron dos hermanos médicos cristianos, muy conocidos porque ejercían su profesión de una manera desinteresada. Fueron torturados, quemados vivos y, como sobrevivieron, fueron decapitados por orden de Diocleciano hacia el año 300 d. C.