En el límite de las provincias de León y Palencia, nos encontramos con la iglesia parroquial de San Pedro de Terradillos de los Templarios. Es una construcción de adobe y ladrillo para no desentonar con las casas de su entorno. En su reducido interior destaca una imagen de Cristo Crucificado del siglo XIV. No importa ser de adobe cuando la edificación reposa en los cimientos de la fe y de la roca apostólica, experimentando que la Cruz nos lleva a la Vida.
En Pedro contemplamos los contrastes que se dan en nuestro itinerario como cristianos: nos adherimos al Señor y dudamos de Él; le confesamos como Mesías y le traicionamos; valientes por un lado y muertos de miedo por otro. La fe que Pedro anuncia nos ata a Cristo. Estar atados a Cristo es vivir liberados de las cadenas que no nos permiten adherirnos de corazón al Mesías. Estar ligados a Cristo nos hace romper las cadenas del miedo y de la esclavitud, de tantos enredos a los que nos ata nuestro propio egoísmo.