Obra: Friso de la fachada occidental del Santuario de la Virgen del Camino; autor: Josep Maria Subirachs; lugar: Valverde de la Virgen (León); año: 1961
La fachada de este templo se queda en la retina. La iconografía es muy rica, pero no es exactamente el tema de esta reflexión, sino lo que supuso para su autor la elaboración de este proyecto, y algunas cuestiones que te hagan profundizar en tu intimidad, en el centro de tu ser, allí donde solo Dios y tú podéis habitar.
Esta magnífica representación del colegio apostólico con María en el centro, constituye la ópera prima de Subirachs. Cuando una obra de arte se denomina ópera prima, nos estamos refiriendo a aquella obra que da a conocer a un artista, confiriéndole cierta importancia, esbozando las líneas de su trayectoria futura. Supuso el comienzo de numerosos encargos para el escultor, algunos de ellos acompañados de polémica, sobre todo en su tierra natal, donde lo denominaron deconstructor de la obra de Gaudí, debido a su intervención en la Sagrada Familia.
Esta relación entre Gaudí y Subirachs o, mejor dicho, entre el proyecto de Gaudí y la intervención posterior de Subirachs, me recuerda la reticencia que mostramos los seres humanos a los cambios, la facilidad que manifestamos para “sacralizar” lo material, lo que debería tener la posibilidad de mostrarse cambiante, más allá de toda polémica.
Un buen ejemplo de ello se puede observar en las proporciones: no son las de una fachada de un templo clásico, ni las de una catedral, pues el friso ocupa más de la mitad de la altura. Incluso animaría a cualquier joven a intentar tocar la cornisa de un salto, al entrar por la puerta. Y es que, a un salto estamos de comenzar nuestra vida de discípulos y acercarnos un poco más a Él.
A veces, también es necesario deconstruir las narraciones inventadas, exageradas, desinformadas, que nada tienen que ver con la originalidad de nuestra vida. La ópera prima de tu vida ha de ser testimonio del fundamento, del punto de partida, también de la meta, un testigo al que regresar para volver a dar un paso más hacia la profundidad de esa intimidad, de ese encuentro con Jesús, en lo más hondo de ti.
¿Cuál es tu ópera prima? ¿Qué es necesario deconstruir?
Fátima Noya Varela