Obra: Sello Tatoo (pertenece al proyecto Ruta Mural Jacobea, del ayuntamiento de Logroño); autores: Globartia Visual Art Company (Carlos López Garrido y Carlos Corres).
Dicen de este mural-grafiti, que es el más famoso del Camino Francés. ¡No me extraña! Imagina que vas caminando y giras la cabeza para ver a los lados: al principio te encontrarás con esta pintura en una pared, pero será necesario que vuelvas a dirigir la mirada para comprobar que de verdad ahí sigue. Te sorprenderá su tamaño y su expresividad. El hombre ahí representado tiene un aspecto recio: ¿no tienes la sensación de que la confianza en ti mismo aumenta al mirarle? Es como si te estuviese diciendo: “Yo he podido, tú también podrás”. Si has hecho el Camino en alguna ocasión, reconocerás los sellos que lleva “tatuados” en la piel.
Uno de los objetos necesarios para el peregrino es la credencial en la que se van acumulando los sellos de aquellos lugares por los que pasa. Realmente, el significado trasciende el papel, y su mayor o menor importancia está relacionada con las motivaciones que cada uno tenga para echarse a andar… Este grafiti, no solo refiere a la credencial, sino a la vida de aquellos que madrugáis para caminar cuando aún hace fresco; a los que llegáis al albergue para descansar las horas de esfuerzo; a los que anheláis llegar a Santiago de Compostela; a los que cargáis con preocupaciones y sueños; a los que necesitáis saber que estáis siendo acompañados en todo momento por Él …
Al ver este grafiti, me acuerdo de aquello que dice el apóstol Pablo a los Gálatas: «y ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí». Al peregrino representado no le hace falta enseñar su credencial, porque él mismo, con toda su vida, es testimonio de su peregrinar.
¿Coleccionas «sellos» o los sellos se han dejado alguna marca especial en tu vida a lo largo del camino? ¿Qué es lo que Jesús ha «tatuado» en tu piel a lo largo de este caminar?
Fátima Noya Varela