Obra: A Capela; autor: Manolo Paz; lugar: Parlamento de Galicia (Santiago de Compostela); año: 2013
Hoy no estoy de acuerdo con la famosa frase de El Principito: “Lo esencial es invisible a los ojos”, porque lo esencial siempre está ahí; quienes no queremos verlo somos nosotros, porque nos resulta más cómodo llenarlo con capas de superficialidad, de pompa y adornos varios, que, por el contrario, quedarnos con lo que de verdad importa. Lo mismo hace este hombre, observando el granito y siendo capaz de extraer de él todo lo que está ahí y que para el resto de los seres humanos sería imposible imaginar. Siempre me ha impresionado la sencillez de las obras que esculpe Manolo Paz. Y digo siempre, aún sabiendo que la primera vez que estuve cerca de una obra suya, ni tan siquiera me llamó la atención. He podido pasear en incontables ocasiones, recorriendo algunos parques en los que se encuentra alguna pieza suya, y pasar de largo sin haberla visto.
Esta pieza está en el interior de un edificio que solemos ver por fuera, el Parlamento de Galicia; y cuando, de manera extraordinaria, lo visitamos a través de la televisión, no llegamos a percibir una escultura como esta, o la gran colección de arte que guarda en su interior. Es una pieza pequeña, de unos cincuenta centímetros de alto, que me recuerda a estas imágenes que se pueden interpretar desde dos perspectivas.
Las opciones que os propongo son las siguientes: en primer lugar, podemos observar la cruz enmarcada por un grueso borde circular de granito; una cruz protegida por toda esa masa que la guarda en su interior; en segundo lugar, una cruz que se abre paso desde lo más profundo, consiguiendo dar forma a medida que alarga sus brazos, al resto de la piedra. En cualquier caso, son dos visiones que se completan: pues, sabemos que entre todos podemos proteger al más débil (la cruz), y que, desde la debilidad más profunda, también se puede abrir paso a una nueva vida.
Lo que de verdad importa puede implicar compromiso, puede implicar vaciarnos de nosotros para llenarnos de lo verdadero, puede implicar abrir los ojos a una nueva vida, puede implicar habitar lugares nunca antes conocidos… Manolo Paz sabe que sus obras pasan desapercibidas; solo quien quiere mirar de verdad lo esencial es capaz de pararse a observarlas. También nos sucede a los cristianos un poco… Algunas fechas podían pasarnos desapercibidas porque se habían llenado de mucho adorno.
¿Estás preparado para mirar lo imprescindible en estos días de Semana Santa? ¿Desde qué debilidad profunda quieres abrirte a una nueva vida?
Fátima Noya Varela