Si haces el Camino de Santiago (primitivo, francés o del norte) pasarás por Arzúa y Arca, que son las últimas etapas. Y allí encontrarás a la familia Guaneliana (Hijas de Santa María de la Providencia y Siervos de la Caridad). El 24 de octubre celebramos la fiesta de su Fundador: San Luis Guanella, un sacerdote italiano con un gran espíritu emprendedor que murió en 1915 y fue canonizado por Benedicto XVI en 2011.
Don Guanella actúa y confía en la Providencia, por lo que suele repetir:
– Las situaciones de miseria no pueden esperar. Y no podemos cruzarnos de brazos mientras haya pobres que socorrer.
El obispo de cómo, monseñor Teodoro Valfré di Bonzo, no se cansa de repetirle:
– ¡Don Guanella, por favor, prudencia, prudencia, prudencia!
Como es sumamente dinámico y creativo funda una nueva congregación. El papa Pío X le propone que cree una parroquia cerca del Vaticano, en una zona habitada por personas de extrema pobreza y sin atención pastoral.
– Santidad, cuente con esa parroquia.
Inmediatamente Don Guanella compra un terreno, un granero y una casa de labranza. Acondiciona unas casas para dar cobijo a diecisiete familias que hasta entonces malviven en cuchitriles. Limpia los inmuebles y el granero lo transforma en iglesia. El altar se lo regala el Papa. Los parroquianos llaman humorísticamente a su parroquia la “pequeña basílica”.
Hagamos nuestra esta oración de San Luis Guanella:
«¡Qué hermoso dejarse guiar por el Espíritu del Señor! ¿Prestamos atención y obedecemos a sus divinas inspiraciones?».
Fernando Cordero Morales ss.cc.