Tema publicado con la autorización de «Ixcís»
«Yo vi un cielo nuevo y una tierra nueva…» (Ap 21,1 )
La meta no es el final sino la constatación amable de que nuestros sueños, amasados con ahínco, consiguen la mayoría de las veces lo que se proponen. Pero si nos empinamos, emergen radiantes otros horizontes, otros retos por conquistar. Y aparecen caminos nuevos o tal vez el de siempre, pero para recorrerlos de un modo distinto.
Queda tarea por delante. Atrás quedaron los individualismos, es tiempo de caminar juntos. Con la pasión del profeta y la convicción del testigo. Felices de entregar gratis algo de lo mucho recibido.
«Ser forjadores de paz. Buscadores de entendimientos. Ser «Shalom» en medio de violencias y enfrentamientos. Ser puerta de esperanza para todos, con mayúsculas… Que la oscuridad que te encuentres nunca pueda con la luz que llevas dentro. A pesar de que muchos intentarán apagarla, tú… sigue alumbrando.» (Fermín Negre.»Muéveme». Sal Terrae.)
MARANATHÁ, ven Señor Jesús y tráenos contigo tu Reino de libertad, justicia y fraternidad. La Tierra Nueva que está llena de tu vida y de tu paz.
Susana Melero Leal