Tema publicado con la autorización de «Manu Escudero»
«Examinadlo todo y quedaos con lo bueno » (1Tes 5, 21)
Con estas sabias palabras, ya desde la comunidad primitiva se nos invitaba a una doble actitud: discernir lo que es conveniente y también , implícitamente, acogerlo venga de donde venga, conscientes de que la Gracia no se derrama a un pueblo en exclusividad. Esto les llevaba y nos sigue llevando a «sumar». Y no es esta precisamente una actitud del mundo, máxime en los tiempos que corren, en los que la crispación y la confrontación están a la orden del día. Parece más bien que no hay forma de desembarazarse, a través de los medios o las formas de relación más comunes, de dialécticas que dividen y, en definitiva «restan»: ilusiones, energías, esperanzas …
Hoy, que más que nunca somos conscientes de la importancia de los acuerdos, la buena convivencia y la Comunión, qué difícil se hace muchas veces pasar de los discursos a los gestos concretos. Y, sin embargo, sólo la suma de muchos pequeños esfuerzos conseguirá alumbrar una humanidad nueva.
«Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo» (Eduardo Galeano)
Susana Melero Leal