Tema publicado con la autorización de Maite López
Los deseos, como las necesidades, son motores que sacuden el polvo de nuestra comodidad. Pero, a diferencia de aquellas, laten al ritmo de los sueños y los sueños llenan los vacíos de posibilidades.
Como semillas, tarde o temprano nos hacen germinar preguntas dentro para orientar nuestras miradas y sacan lo mejor de nosotros lanzándonos a una búsqueda de plenitud.
Acoger nuestros deseos nos pone en camino … ¡Estamos en marcha!
Susana Melero Leal